martes, 17 de marzo de 2015

EL GREGORIANO UN CANTO DE HUMIDAD


 


 

 



 

  La música cristiana desde su nacimiento fue una oración cantada con devoción, como decía San Pablo “cantando a Dios en vuestro corazón”. Lo que se dice cantando es la razón de ser del Canto Gregoriano, como decía San Agustín, “el que canta ora dos veces”.

 
En el Canto Gregoriano lo importante es el texto, la melodía es la que le da sentido a lo que se dice, es por ello, necesario “cantar con sentimiento”. Así como evitar el lucimiento del o de los intérpretes, ya que es un canto de humidad.

 
Se canta al unísono, “una sola nota a la vez”, todos los cantores entonan la misma melodía sin acompañamiento de instrumentos. Se canta con ritmo libre según el desarrollo del texto literario y no con esquemas medidos como podrían ser los de una marcha, danza o sinfonía.

 
Es una música modal escrita en escalas de sonidos muy particulares, que sirven para despertar variados sentimientos, tales como recogimiento, alegría, tristeza o serenidad.

 

Su melodía es “silábica”, a cada sílaba del texto corresponde un sonido y es melismática cuando a una sílaba corresponden varios sonidos. Hay melismas que contienen más de 50 de ellos para una sola sílaba.

 

El texto del Canto Gregoriano es en latín, lengua del Imperio Romano extendida por Europa, aunque en menor medida hay algunas piezas litúrgicas en lengua griega como el Kyrie Eleison, Agios o Theos. Estos textos fueron tomados de los Salmos, del Antiguo Testamento y otros de los Evangelios y de inspiración propia generalmente anónimos.

 

El Canto Gregoriano está escrito sobre tetragramas, es decir sobre cuatro líneas horizontales, a diferencia del pentagrama de la música actual. Sus notas se denominan “punto cuadrado” (punctum quadratum), “virgas” si aparecen individualmente o “neumas” si aparecen agrupadas.
 
 
 
 

Todas tienen el mismo valor en cuanto a su duración, a excepción de las que tienen epicema horizontal. En la nota precedente al quilisma y la segunda nota del sálicus su duración se prolonga ligeramente más con un sentido de expresivo y por último las notas que llevan punto tienen una duración de una nota simple.

 

En la celebración de la Misa Eucaristía, existen dos grupos principales de piezas:

-       El Ordinario, que está compuesto por textos que se repiten en todas las Misas (Kyrie Eleison, Gloria in excelsis Deo, Credo. Santo y Benedictus y Agnus Dei)

 

-       El Propio, que está constituido por piezas que se cantan según el tiempo litúrgico o fiesta y son las siguientes:

- Introito, canto de entrada para iniciar la celebración.

- Gradual, Aleluya o Tracto, después de las lecturas.

- Ofertorio para acompañar la procesión de las ofrendas.

- Comunión.

 

-       Otros cantos como recitativos con algunas inflexiones “cantilatio”, tales como, oraciones, lecturas, prefacio, oración eucarística, el Padre Nuestro.

 

En los Monasterios, los monjes hacen una pausa en sus labores y se reúnen regularmente a determinadas horas del día para hacer su oración. (Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas antes de ir al descanso)

 

La Schola Gregoriana se creó a principios del año 2007, su primer ensayo fue en marzo y el debut canoro fue el 30 de noviembre del mismo año en nuestra parroquia Virgen del Milagro-San Maximiliano Kolbe, bajo la dirección de Antonio Conejero persona afable y entendida en estos menesteres. Nuestra primicia fue con el rezo de “Ad te levavi, Kyrie, Aleluya, Credo, Ave María, Sanctus, Agnus dei, Adoro te devote y la despedida con órgano de nuestro maestro organista Ricardo Herrero que fue para todos nosotros un reto personal y un compromiso de futuro en una nueva parroquia que unificaba la iglesia de la Virgen del Milagro bajo la tutela de D. José Guinart con la Iglesia San Maximiliano Kolbe bajo la pastoral de D. José Cerveró.

 

Los componentes gregorianos de esta Schola que venimos de profesiones diferentes, con nuestras contradicciones y maneras diferentes de ver la vida, nos une la humildad y sacrificio de reunirnos para rezar estos cantos maravillosos en comunión, donde todos nos sentimos iguales y participativos. En este grupo de personas sentimos la necesidad de hacer algo distinto, donde juntos nos congratulamos de felicidad, rezamos con sentimiento y aprendemos a ser algo más sencillos de espíritu. Nuestra añoranza dentro de la “Schola Gregoriana” es poder rezar muchos años todos juntos estos magníficos cantos que nos han legado generaciones anteriores.

 

 

  
 
 









 

Valencia, agosto de 2013

 Toni Bonacho 

 

 

 Gracias por vuestra paciencia.

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