domingo, 7 de octubre de 2012

LOS MIEDOS DE LA EDAD MEDIA COMO PRELUDIO DE LA REPRESENTACION ARQUITECTONICA EN EL RENACIMIENTO



 
Entre el dibujo medieval y renacentista hay una evolución que va desde una representación simbólica y subjetiva a otra de carácter real y objetiva.

La representación en planta de una ciudad, se corresponde con un dibujo realizado desde un punto de vista imposible, es decir, el infinito vertical, o como dijo Gaudí, el cielo, donde solo habitan los ángeles,todo lo contrario de la perspectiva que se dibuja desde un punto de vista concreto y posible.


En 1.338 Petrarca escribe estos versos que son la premonición del resurgir de un nuevo tiempo, la herencia de la antigüedad (edad media) al esplendor del renacimiento.
A ti, en cambio, si como espera y desea mi alma, me sobrevives muchos años, te aguardan quizá tiempos mejores; este sopor de olvido no ha de durar eternamente. Disipadas las tinieblas nuestros nietos caminaran de nuevo la pura claridad del pasado”.
Tras la caída del Imperio Romano, algunas regiones tales como Itálica, norte en África, España y parte de Francia, pervivió la tradición clásica. Sin embargo el nordeste de Francia y oeste de Alemania dieron paso a una renovación, reformando la administración política y eclesiástica, el calendario, la literatura y el arte. Este movimiento, encabezado por Carlomagno, se desarrolló durante los siglos VIII y IX, denominado por los historiadores como renacimiento carolingio”.
 
Vitruvio parece ser la clave del conocimiento arquitectónico en los diez libros de Arquitectura que eran conocidos suficientemente durante el Medievo, pero fueron redescubiertos en la época moderna (renacimiento). El interés por el dibujo del cuerpo humano y la búsqueda del espacio tridimensional, llega a Europa Occidental a través del renacimiento carolingio y del mundo islámico con el conocimiento de las matemáticas, la geometría y la astronomía. Es cierto que la cultura griega fue fuente de inspiración del mundo árabe en temas científicos y matemáticos y fue base fundamental para desarrollar el conocimiento en el renacimiento. Cabe destacar el estudio de la actividad investigadora en el campo topográfico “las funciones trigonométricas” que permitió la situación de puntos inaccesibles,  fundamental para la representación de un terreno, de vital importancia para la arquitectura.

En las civilizaciones de Egipto y Babilonia ya conocían instrumentos de levantamiento para la construcción, que eran de carácter perecedero como la madera y que cayeron en desuso, aunque a través de los escritos de Ptolomeo nos ha llegado como legado el uso del cuadrante para la medición de ángulos en el plano vertical.

Ya en época romana para la construcción de las grandes obras de ingeniería, fue necesario disponer de instrumental realizados artesanalmente, tales como, reglas con escala, compases, niveles, juegos de escuadras, calibradores etc.

En la Europa medieval sobrevivió del legado romano, el compás y la escuadra que se utilizaron habitualmente para dibujos y manuscritos.
En estos instrumentales solían aparecer símbolos de las diferentes logias o marcas de canteros que ha dejado su huella en las iglesias y catedrales góticas. Se conocen de la época medieval, el uso del compás y la regla para los bocetos o dibujos y también para la ejecución de las obras, era conocido el cordel, el plomo, el nivel para el control de las dimensiones en planta y altura que era de vital importancia para conseguir la verticalidad de los muros. Para tallar las claves de los arcos y las dovelas sin tener que recurrir a su centro, se inventaron diferentes tipos de escuadras que tenían la particularidad de tener lados de distintas dimensiones con forma convergente hacia el centro.

La escuadra con un ángulo recto en uno de sus vértices eran fundamental para la construcción de cualquier polígono, poderlo dibujar y saber su superficie. El fundamento científico de estos instrumentos se encontraba en la “geometría euclidiana”, es decir, la relación entre ángulos semejantes y la teoría de las proporciones.
En la civilización islámica, su papel importante fue el desarrollo de los instrumentos de navegación y la aplicación en el campo del levantamiento.

 
Entre los nuevos instrumentos estaba el “astrolabio”, instrumento astronómico para resolver problemas de calendario, aunque su aplicación como instrumento de levantamiento, fue gracias a Savasorda, autor del Liber Embardorum en el siglo XII para resolver problemas de
medición indirecta de alturas y longitudes.
Todas estas técnicas e instrumentos, permitían como ejemplo: calcular el ancho de un curso de agua de un rio sin atravesarlo, el ancho de una ventana que se encontraba lejos, el grosor de una columna que no se veía enteramente, la altura de una torre, así como, la distancia entre una nave y el puerto o el calculo de la altura de un elemento en altura a partir de la sombra proyectada sobre suelo.


 
La característica fundamental del dibujo arquitectónico en la época medieval no es otra que el simbolismo en la representación y por tanto, la falta de congruencia entre la realidad y el elemento dibujado. Durante los siglos VI al IX la práctica del levantamiento arquitectónico queda relegada a la cartografía, desarrollándose una planimetría simbólica, muchas veces al calor de determinaciones teológicas “la controversia de la esfericidad o planeidad de la
Tierra”.
Los mapamundis circulares, son el simbolismo en la representación urbana y
territorial (carga teológica y mitológica) que alcanza su mejor grado en los
mapas “T” en “O”; nombre con el que se designan a los casi 600 planos que se
conservan de una especie de mapamundi circular, donde se considera al
mundo como un disco que flota en el océano, donde la tierra es considera
plana, cuyo centro es Jerusalén. (circulat O) y dividida en tres partes por una
masa de agua e interiores en forma de T. Asia con el paraíso, Europa y África.
 



Las “cartas portulanas”, son métodos de levantamiento marítimo en época medieval, ante la imposibilidad de medir la situación en el mar mediante meridianos y paralelos porque no utilizaban el esquema de coordenadas; lo realizaban a escala indicando las distancias entre los puertos; estos planos solían tener una o más rosas de los vientos de las que partían líneas de rumbo. Estas rosas se convertían en puntos centrales que estaban rodeados por 8, 16 ó 32 puntos secundarios que llegaban a formar un polígono, de las que a su vez salían nuevas líneas de rumbo, formando una telaraña.
Este sistema fue muy útil para el sistema de triangulación en la representación del terreno y de la ciudad en particular.
De la representación de la arquitectura antes del renacimiento, cabria destacar la base gráfica de origen romano que esta recogido en los 19 códices de
Vitruvio realizados entre los siglos VIII y XII; el dibujante medieval podía inventar una forma de representación según su propia lógica personal.
Por ello la Edad Media utilizaba un sistema proporcional basado en la geometría de figuras simples, mientras que en el Renacimiento se fundamentaba en la proporción basada en la relación aritmética entre los números.

Los conocimientos adquiridos en la edad media eran poco difundidos, debido a la estructura gremial del trabajo y al concepto de tratado, el secreto de las catedrales o el perpetuo silencio en defensa corporativa de intereses, con la obligación de no divulgar los conocimientos específicos del trabajo fuera del ámbito gremial.

Uno de los elementos más significativos en la ciudad medieval fue la muralla, símbolo de paz y desarrollo económico. La localización del centro comercial y religioso de las ciudades en relación a la muralla romana provocó la rotura de de ésta (decumanus y cardo), al crear nuevas calles radiales.



El renacimiento se caracteriza por el saneado de sus calles y edificios, aparecen las primeras normas de construcción que afectan al espacio abierto, regulación de balcones, pórticos y espacios exteriores, tráfico y pavimento.
La transformación del exterior de la ciudad y aumento de la población, así
como el incremento de artesanos y mercaderes al margen del sistema feudal,
dieron lugar a distintas propuestas de “ciudades ideales”.


La ciudad del renacimiento, se desarrolla con calles radiales que conducen a las torres situadas en los vértices y no a los puntos situados en el centro de los lados. Concepto de
plaza centralizada con calles radiales (influencia en Platón, esquema circular, ver dibujo derecha).

 La ciudad ideal en forma de estrella, concepto defensivo con los perímetros dispuestos como baluartes.(ver plano de la izquierda)
La aparición de la utopía de Tomas Moro 1.516, deja paso a una renovación urbana a través de la “reforma social”. Benévolo hace una clasificación; ciudades fortificadas, ciudades para minorías religiosas (similar a la ciudad ideal de Durero) y pequeñas ciudades capitales.





Es significativa la ciudad renacentista de Lorenzetti en su conocido fresco “Efectos del Buen Gobierno” en donde la ciudad recrea la relación ciudad siena
con campo por primera vez.

 

Con la llegada del humanismo se representa la ciudad con radicalmente urbana. La vista natural de las ciudades, tenían como misión difundir los monumentos y al mismo tiempo conservar la memoria visual de las arquitecturas observadas como viajeros de la época, por lo que podríamos decir que tenía una función didáctica. La perspectiva cónica es la más próxima a la visión humana, dejando de lado el sistema diédrico y axonométrico.
Como ejemplos cercanos a nosotros, tenemos la vista de Valencia realizada
por Wyngaerde en 1.563, con el perímetro de la muralla vista desde el norte, la
de Antonio Mancelli (1.608) y la militar de Tomas Vicente Tosca (1.704)

Bibliografía:
-La representación de la ciudad en el renacimiento Federico Arévalo.
-El códice de Vitruvio hasta sus primeras versiones impresas, Cervera Vera.
-Historia de la Arquitectura del renacimiento de Benévolo.
-Geometría practica Pomodoro G. y Diego Pérez de Mesa.
-Imagen del mundo por Fernán Pérez de la Oliva.
-Declaración del uso y fábrica de los instrumentos de agua, molinos y otras cosas por Jirava Girava
-Tratado de fortificación por Luis Fuentes.

Valencia, septiembre de 2012

Toni Bonacho.
                                            Gracias por vuestra paciencia....
   
















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