Blas de Lezo nació en Pasajes (Guipúzcoa) el tres de
febrero de 1.689, de familia de ilustres marinos. Se educó en un colegio en
Francia y salió de él en 1.701. Intervino en numerosas acciones navales durante
el reinado de Felipe V, entre ellas en la guerra de Sucesión, en la que se produjo un enfrentamiento entre Felipe de
Anjou, apoyado por Francia, y el archiduque Carlos de Austria apoyado por
Inglaterra. De esta contienda que duró quince años se impuso el centralismo
administrativo de la Nueva Planta. Luchó contra los piratas en las costas de
Perú y Chile, al mando del buque Lanfranco. Mandó la expedición que rindió la
plaza de Orán en 1.732, también logró derrotar a los argelinos en la ensenada
de Mostaganem y en 1.737 fue nombrado comandante general de Cartagena de
Indias.
Este insigne hombre, a su temprana edad, una bala de
cañón destrozó su pierna izquierda y en otras batallas perdió el ojo izquierdo
y el brazo derecho, siendo reconocido popularmente como patapalo o medio hombre.
En 1.739, Inglaterra declara la guerra a España por
intereses comerciales, con el fin de eliminar el poderío español en América.
En 1.741, el almirante Vernon se dirige a Cartagena
con la mayor flota de guerra del momento; constaba de 186 barcos y 23.600
combatientes, mientras que Blas de Lezo tan solo contaba con 6 barcos y 2.830
hombres. Estando los ingleses en superioridad de medios y hombres antes de la
batalla, en Inglaterra se acuñaron monedas conmemorativas de la victoria
inglesa en donde se podía ver a D. Blas arrodillado ante Vernon con la
siguiente inscripción “La arrogancia
española humillada por el Almirante Vernon”.
Sin embargo no fue así, por la astucia y pericia de
D. Blas, que diseñó minuciosamente su estrategia: en la primera fase de la
batalla los barcos ingleses desde el mar no conseguían destrozar las murallas
de Cartagena, porque se fortificaron con sacos de arena que absorbían los
impactos de los cañonazos, y desde las murallas destrozaban los aparejos de los
barcos ingleses mediante el bombardeo masivo con balas encadenadas.
Ello fue su perdición: las enfermedades fueron los
aliados de las tropas españolas y la moral inglesa se derrumbó.
El 20 de mayo de 1741, los barcos ingleses se
retiraron cargados de hombres moribundos. Cada barco y soldado español hizo
frente y derrotó a 10 ingleses. El rey inglés Jorge II prohibió a los
historiadores hablar sobre esta batalla bajo pena de horca.
D. Blas muere en Cartagena unos meses después sin
honores, a los 52 años de edad, como consecuencia de las heridas sufridas en
los combates librados en el castillo de San Luis. Los restos de Vernon reposan
en la abadía de Westminster, mientras que los de este héroe español se cree que
están en una capilla anexa al convento de San Francisco de Cartagena. La
historia le debe reconocimiento por talento, lealtad y por ser responsable de
que más de 350 millones de americanos hablen español.
En el 2.005 los ingleses
celebraron el 200 aniversario de la victoria sobre la flota franco-española en
Trafalgar. Invitaron a las armadas de todo el mundo y España envió un
portaviones y la fragata Blas de Lezo.
Fue buen recuerdo y reconocimiento al astuto guipuzcoano que derrotó con su
ingenio y valor a una flota que le superaba con creces en número.
Valencia,
noviembre de 2012
Toni Bonacho Gracias por
vuestra paciencia.
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